¿Qué son las plataformas low-code?

En un mundo cada vez más tecnológico, la transformación digital de las empresas es fundamental para su supervivencia. Gracias a la implementación de las nuevas tecnologías en todas las áreas y estrategias, los negocios adquieren una mayor competitividad, rentabilidad y eficiencia. Además, la optimización de sus procesos puede repercutir en mayores beneficios, así como aportar un valor añadido a los clientes y mejorar, por tanto, su experiencia.

Lejos de lo que se pueda pensar, la transformación digital va mucho más allá de la compra de mejores equipos tecnológicos o la automatización de los procesos de la empresa. Los negocios deben ser conscientes de que es necesario una reinvención de todas sus áreas y un cambio de mentalidad para que la apuesta por nuevos métodos de trabajo que aprovechen el potencial de la digitalización sea realmente efectiva y duradera. En ese sentido, desde TP-Link hoy queremos hablar de una parte fundamental en la transformación digital de las empresas: las plataformas low-code, herramientas que permiten a los negocios implementar soluciones de forma rápida que les permitan adaptarse y subirse a la ola de la digitalización.

¿Qué son las plataformas low-code?

Las plataformas low-code proporcionan a las compañías un entorno adecuado para el desarrollo de aplicaciones internas y páginas web, sencillas o más complejas, de forma rápida y eficiente sin necesidad de conocimientos avanzados de programación. Se denominan low-code debido a su bajo contenido en código necesario para su implementación. A través de plantillas, códigos y módulos preconfigurados, estas herramientas ofrecen una estructura o interfaz visual e intuitiva con la que las empresas pueden construir sus aplicaciones o soluciones finales. Su propósito es permitir a los negocios crear aplicaciones arquitectónicamente complejas y de nivel empresarial con poca cantidad de codificación. Wordpress y PowerApps son dos de las plataformas low-code más reconocidas.

A diferencia de las low-code, las plataformas no-code, como Wix o Appy Pie, permiten que cualquier usuario, sin ningún conocimiento de desarrollo, pueda crear aplicaciones -más sencillas que las generadas a través de las low-code- sin elaboración de códigos y mediante un proceso visual paso a paso.

Funciones principales

Las plataformas low-code se encargan de tres funciones principales.

Por un lado, digitalizar de forma integral las empresas, pues participan tanto en la organización y administración de los datos del negocio como de la arquitectura de sus aplicaciones y páginas web y las pruebas y comprobaciones pertinentes de su óptimo funcionamiento.

Por otro lado, actúan como plataformas de gestión de procesos para negocios. A través de su interfaz, los usuarios pueden configurar, gestionar y automatizar flujos de trabajo optimizando las operaciones.

Por último, las plataformas de código bajo pueden integrarse con cualquier aplicación de terceros y personalizarse según sus necesidades sin apenas tener que utilizar código.

Beneficios

Tanto las plataformas low-code como las no-code tienen por objetivo facilitar la vida de los negocios para que procesos internos como la creación de su página web sea una tarea mucho más fácil. En ese sentido, no pretenden sustituir a los equipos de desarrolladores, pues es recomendable contar siempre con su apoyo y ayuda, sino simplificar su trabajo para que los equipos de TI puedan centrarse en otras tareas que realmente requieran sus habilidades y conocimientos.

Otras ventajas que proporcionan estas plataformas son:

• Agilidad y flexibilidad: Las plataformas low-code ofrecen una mayor personalización y flexibilidad de integración de nuevas herramientas, tanto para el desarrollo de soluciones sencillas como algo más complejas, sin depender en exclusiva de los equipos de TI. En ese sentido, se disminuye también los tiempos de implementación.
• Reducción de costes: Desarrollar aplicaciones mediante estas plataformas es posible sin necesidad de contratar programadores, por lo que los negocios pueden reducir costes.
• Mayor productividad: La rapidez y sencillez con la que se crean aplicaciones a través de las plataformas low-code permiten a los programadores dedicarse a otras tareas y ser más productivos.
• Mejor experiencia del cliente: Gracias a estas herramientas los negocios pueden adaptarse de forma más rápida a las necesidades de sus clientes así como a las tendencias del mercado.