Tips básicos y que pasamos por alto a la hora de comprar un router
El mundo de la conectividad es un mercado que ha crecido exponencialmente en los últimos años. La demanda creciente de acceso a Internet en los hogares ha provocado la aparición de fabricantes que han diseñado numerosas soluciones. La enorme cantidad de opciones disponibles en el mercado hace que muchos usuarios se sientan perdidos a la hora de decidir qué router adquirir. Por este motivo, antes de comprar este tipo de dispositivos es importante hacerse algunas preguntas básicas, que nos permitan afinar nuestra búsqueda lo máximo posible, con el objetivo de que el router adquirido responda a nuestras expectativas al 100%.
Y es que muchas veces nos entregamos a las características técnicas de los productos sin antes saber algo tan básico como qué servicio tenemos contratado y con qué proveedor. No es lo mismo tener acceso vía cable, vía fibra óptica o vía wireless. También es importante saber qué capacidad de conexión. Si tenemos contratado 20 MB, las posibilidades de hacer tareas intensivas de ancho de banda simultáneamente serán inferiores a las que tengamos con un contrato de 50 MB. Estas dos variables son claves para no ir a ciegas, pues ¿de qué nos sirve el mejor router del mercado si tenemos una carretera de segunda como vía de acceso?
Además, no hay que olvidar que una cosa es la velocidad contratada y otra, la real. Es decir, en las casas hay determinados obstáculos que pueden hacer que la calidad de la señal de la red se vea alterada. Un pequeño detalle en el que quizá no nos hayamos parado nunca a pensar pero que pueden marcar la diferencia a la hora de que el dinero que invirtamos realmente solucione el problema. Hablamos de la distancia: en una red wireless no es lo mismo que accedamos desde la habitación más alejada de la casa que desde la estancia en la que se encuentra el router, esta señal será mucho más débil e inestable que la que podamos disfrutar si estamos cerca del dispositivo, por lo que la experiencia de usuario que obtengamos con estas actividades intensivas en ancho de banda puede ser un tanto ingrata. Las paredes u otros aparatos electrónicos que utilizan la misma frecuencia que nuestra red también pueden debilitar la señal o incluso anularla.
Es probable que muchos os hayáis sentido identificados con esta situación y que hayáis visto cómo el dinero invertido en un nuevo router no mejoraba la experiencia de usuario. Y si te dijéramos que, en estas situaciones, la solución es más económica y sencilla. Los dispositivos PLCs, aquellos que aprovechan la red eléctrica para crear una red con la misma señal que la red principal, los extensores de red, que amplifican la señal del router, e incluso los dispositivos Wi-Fi Mesh, que permitan desplegar una red mallada a partir de nuestro router de red, que te permite para dar servicio a todos los usuarios independientemente de la zona de la casa desde la que accedan, ya sea en el jardín durante los días de sol o en el sótano en invierno.
Una vez que tenemos claro cuál es la situación de partida, debemos a pasar a otras cuestiones como, por ejemplo, cuáles son las actividades que más realizamos en Internet, pues no es lo mismo navegar por Internet que ser un fanático de los juegos en línea o un apasionado de las plataformas de TV en línea. Cada una de estas acciones requiere un ancho de banda, así por ejemplo, para disfrutar de plataformas como Netflix o HBO en 4K, necesitamos una velocidad de 10Mbps. Esto significa que, si en la casa hay más usuarios, debemos contar con una conexión suficiente para dar servicio a las demandas de todos los miembros de la red.
En este punto, es donde juegan un papel diferenciador las características técnicas de cada router. Ahora sí, es hora de detenerse a comparar, a dejarse asesorar y a apreciar el retorno en términos de satisfacción que tendrá nuestra inversión.