Página principal > Blog > Móvil, ¿quién dijo miedo?

Móvil, ¿quién dijo miedo?

Por TP-Link España

Móvil, ¿quién dijo miedo?

Los móviles parecen ser el mal de nuestro tiempo al menos, eso creen algunos expertos en pedagogía, educadores y padres, quienes ven en su uso el origen de muchas carencias y patrones de conducta -no precisamente positivas- de adolescentes y niños.

Nosotros no vamos a ser quienes echemos piedras sobre una tecnología, que ha demostrado ser revolucionaria pues ha supuesto un avance para la sociedad en todos los sentidos, pero sí que aboguemos por un uso responsable de la misma. Y en esta misión, los principales responsables son los padres, quienes tienen la obligación de velar por el cuidado y la educación de los menores.

En una sociedad hiperconectada, pretender privar al niño o adolescente de las posibilidades que ofrece esta tecnología, sobre todo, a la hora de enriquecer la experiencia de aprendizaje, parece absurdo por este motivo, lo ideal es tutelarle en este mundo, al igual que hacemos en la vida real.

Más allá del debate sobre a qué edad deben tener su propio dispositivo móvil- según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la actualidad, el 80% de los menores españoles de entre 10 y 15 años tiene su propio móvil con acceso a Internet- lo importante es enseñarles a utilizar este recurso de una forma sensata.

Hoy, el 21% de los menores entre los 14 y los 18 reconoce hacer un uso compulsivo del móvil. Los padres somos los principales responsables, no solo porque hemos convertido a estos dispositivos en la niñera del siglo XXI sino porque nosotros mismos lo utilizamos compulsivamente. De acuerdo con un estudio, 1 de cada 3 personas mira el móvil más de 100 veces al día, lo que significa una media de 1 vez cada 10 minutos sin contar las horas de sueño. Con este patrón de comportamiento, no es de extrañar que el 25% de los menores de 25 años lo mire una media de 150 veces al día (1 vez cada 7 minutos). La dependencia es tal, que hace unos días saltaba una noticia sobre el desarrollo de una app que ‘congela’ literalmente el móvil si el menor no responde al mensaje que le envía su progenitor. La nomofobia o el miedo a estar desconectado es ya un problema que afecta a más de 7,6 millones de españoles.

Atajar este problema requiere de un reaprendizaje del uso del móvil tanto por adultos como por menores: Tener rutinas saludables de tiempo de pantalla en el caso de los adultos, que se trasladen a los menores, por pura imitación o con la ayuda de herramientas de control parental, que permitan establecer tiempos de uso por perfil de usuario pero también educar sobre los potenciales riesgos de la Red. Se sabe que el 55% de los adolescentes ha revelado información personal por Internet a personas desconocidas, mientras que el 24% ha sufrido la difusión de información privada o embarazosa sin su permiso. La necesidad de una comunicación abierta entre padres e hijos y un seguimiento de la experiencia vivida por el menor en Internet, a través de herramientas que monitorizan la actividad en la red y que permiten salvaguardar su identidad y su integridad bloqueando el acceso a determinados contenidos o sitios, es la otra pieza de este puzle.

No se trata de obviar de la vida de los menores esta tecnología porque más tarde o más temprano acudirán a ella-la sociedad ‘on’ es imparable-, sino de hacerles ver que, aunque sepan utilizarlas a nivel instrumental, deben entender la complejidad y las implicaciones que conlleva acceder a determinados contenidos o publicar determinada información.

TP-Link España

Artículo Recomendado

De United States?

Obtener productos, eventos y servicios para su región.