El móvil celebra su 42º cumpleaños
El pasado domingo, 3 de abril, se celebraba el Día Internacional del Teléfono Móvil, para festejar la primera llamada que se hizo desde este tipo de dispositivo allá por el año 1973. En ese momento, el aparato pesaba 1,3 kg y tenía un tamaño de 23 cm pero lo realmente importante es que marcaba el inicio de una nueva era que, ponía punto y aparte, en la forma en que nos comunicábamos hasta el momento al tiempo que establecía los cimientos para transformar y digitalizar tareas tan cotidianas como pagar el autobús o hacer la compra.
El mercado de la telefonía móvil ha cambiado drásticamente nuestro mundo y la forma de relacionarnos con él. Es verdad que para conseguirlo ha sido necesario, por un lado, un largo y complejo proceso de miniaturización de sus componentes, con el objetivo de aligerar su peso y reducir considerablemente sus dimensiones, y por otro, su enriquecimiento con nuevas funcionalidades que hagan del dispositivo un elemento indispensable en nuestro día a día no sólo para comunicarnos, sino para entretenernos, cumplir con nuestras obligaciones profesionales y/o realizar actividades habituales. Hoy en día, se estima que el uso que hacemos de este dispositivo se ha incrementado de media unas cuatro horas diarias, de acuerdo con el estudio elaborado por la Asociación para Investigación de los Medios de Comunicación (AIMC).
Las perspectivas de uso y consumo de los teléfonos móviles son más que buenas pues se espera que continúe siendo el elemento indispensable en el que se ha convertido hoy en día, pues sin él no tendríamos elementos como una agenda interactiva, compartir publicaciones, ideas, o algo que nos permita realizar fotografías con excelente calidad. Tal es la dependencia que tenemos de este dispositivo, que, según un estudio de Deloitte, un 13% de los usuarios de teléfonos móviles en España lo primero que hacen nada más levantarse es mirar el dispositivo y que 9 de cada 10 lo mira antes de una hora después de levantarse.
En TP-LINK creemos que el teléfono móvil abre un enorme abanico de posibilidades, no sólo por facilitar al usuario la vida, pues en tan solo un toque de pantalla puede adquirir ese producto que desea (España ya es el quinto país del mundo que más compra por el móvil, por ejemplo), sino también por convertirse en el hub del Smart Home, escenario hacia el que caminamos. El hecho de que podamos controlar dispositivos inteligentes de nuestro hogar, sobre todo, con el objetivo de incrementar nuestra seguridad y la de nuestro entorno, refuerzan el sentimiento de dependencia del usuario en un mundo hiper-conectado.
